Después de tener una curiosa conversación en un blog la pasada semana vamos a analizar un ejemplo que me hizo reflexionar, el caso es que un espeleólogo me decía que con una cámara simple, de gama baja se podía obtener el mismo resultado que con cámaras de alto nivel. Yo creo que se puede interpretar una imagen pero no conseguir los mismos resultados, ya que precisamente la calidad de un buen objetivo más luminoso, la maquinaria interna y demás nos permite un resultado final mucho más espectacular. Y por supuesto luego hay una clave fundamental, el ojo del autor. Siempre hemos dicho que el ojo de un autor nunca es igual que otro de otro fotógrafo y este ejemplo es claro. Si analizamos las dos imágenes siguientes, nos daremos cuenta de que un autor ha valorado el espacio natural y el segundo ha dado importancia al espacio material es decir al volumen. Para mi es fundamental que en la misma imagen se observa el mismo efecto pero el resultado es más asombroso en la realizada por Stephan Alvarez, cuyo modelo en este caso un espeleólogo se destaca con los rayos solares. Éste trabaja con materiales de primerísima calidad y se premia en este caso la calidad final mientras el segundo autor trabaja con materiales de gama más sencilla con un excelente resultado pero no tan espectacular como en la foto de Alvarez.
Estas son dos imágenes para la reflexión en fotografía subterránea